por Kim Frederickson
Todos necesitamos tomarnos un descanso.
Somos buenas en mostrar compasión a otros – pero para muchas, no podemos mostrar la misma compasión a nosotras mismas. Nos decimos cosas que nunca diríamos a una amiga. Este hablar negativo puede afectar nuestra vida y nuestras relaciones de mala manera.
A veces podemos ser nuestro propio peor enemigo. Es como si hubiera un matón dentro de ti diciendo, ¡Eso fue estúpido! o ¡Nunca vas a aprender! o ¡No hay esperanza!
Imagínate cómo sería la vida si la matona en tu cabeza se convirtía en una buena amiga. ¡Por seguro la vida sería diferente!
En Marcos 12:31, Jesús nos dice, “Ama a tu prójimo como a ti mismo.” Sólo cuando aprendemos amarnos y mostrarnos compasión a nosotras mismas, es cuando podemos ser más cariñosas a nuestros amigos y familiares.
Extendernos cariño y misericordia nos permite vernos como humanos que tienen valor y fueron creadas de buena manera por Dios, pero todavía somos criaturas imperfectas que cometen errores. La autocompasión es la idea que podemos tratarnos con cariño cuando fallamos, y darnos el apoyo cariñoso que extenderíamos a otro que tiene dificultades.
Pamela batallaba con pensamientos del suicidio. Fue abusada de manera sexual muchas veces cuando era niña. Se sentía sucia y avergonzada. Como adulta, cuando pasó algo mal, ella pensó que fue su culpa y que nada se iba a mejorar. Se decía a sí misma, ¡Que fracaso eres! ¡Nunca haces nada correcto! ¡Nada saldrá bien! ¡Mejor lo terminas ahora!
Cuando Pamela aprendió a convertir esa matona en una amiga cariñosa, empezó a decirse, No soy perfecta, y mientras cometo errores, la verdad es que no todo es mi culpa. Creo que hay una parte de mi ser que cree que el abuso sexual era culpa mía, pero empiezo a ver que no podría ser. Fui niña y me forzaban a hacer cosas que no quería hacer. Lamento que me pasó eso. No tenía a nadie para ayudarme con esto. No tengo que guardarlo sola. Hablaré con alguien y buscaré la ayuda que necesito para liberarme del dolor que tengo. Me siento bien al ser una amiga a mi misma.
Pamela está recuperando – ¡una palabra cariñosa a la vez!
A lo mejor, ser una amiga cariñosa a ti misma suena raro porque es una manera tan diferente de tratarte. ¡Lo bueno es que puedes aprender!
Primero, date cuenta que la autocompasión no significa sentirte mal por ti misma, o dar excusas por tus fracasos.
Mejor, es un equilibrio entre la verdad – Sí, cometí un error
y la gracia – Tengo valor, y haré algo sobre este error.
Aquí hay unos consejos para convertir la matona interna en una amiga cariñosa.
- Ten cuidado con la manera en que te hablas a ti misma. Cuando te oyes hablando mal de ti misma di, ¡No! a la matona interna. Mejor, dite a ti misma, No me hablo de esa manera. Si, cometí un error. Puedo pedir perdón yo puedo aprender a calmarme antes de decir algo de la cual me arrepentiré. No soy perfecta pero estoy bien.
- Cuando tienes dificultades, pregúntate lo que necesitas. ¿Necesito dormir, comer, dar un paseo, respirar y contar hasta 10 para calmarme, hablar con una amiga, o orar?Luego tómate una descanso – y hazlo.
- Date la oportunidad de crecer. El crecimiento ocurre por pasos pequeños; ¡cada uno es importante! Toma tiempo para animarte cuando hagas progreso, aun si hayan pasos hacia atrás también.Sé que me siento mal por no ser más paciente con mis hijos. Quiero criarlos de manera diferente que yo fui criada. La verdad es que aunque no soy perfecta, ni cerca a eso, todavía muestro más paciencia y cariño a mis hijos de lo que yo recibí. Creo que me daré cuenta de las dos cosas: querer hacer mejor y animarme por mi progreso.
- Recuerda, no estás sola. ¡Hay otros que te aman, y Dios te ama también!
Aquí hay unos versículos para animarte. Guárdalos cerca y piensa en ellos con frecuencia.
Durante todos los días de tu vida, nadie será capaz de enfrentarse a ti. Así como estuve con Moisés, también estaré contigo; no te dejaré ni te abandonaré. Josué 1:5
Tú, Señor, eres bueno y perdonador, grande es tu amor por todos los que te invocan. Salmos 86:5
Ustedes los cielos, ¡griten de alegría! Tierra, ¡regocíjate! Montañas, ¡irrumpan en canciones! Porque el Señor consuela a su pueblo y tiene compasión de sus pobres. Isaías 49:13
Estamos con nosotras mismas 100 por ciento del día. La manera en que te hablas y te relacionas con ti misma tiene más impacto en tu ser de cualquier otra interacción con otros. Quizás es hora de ser una amiga buena y cariñosa a ti misma.
¿Qué piensas de empezar ahora?
Kim Frederickson es terapeuta de matrimonio y familia licenciada y autora de GIVE YOURSELF A BREAK: Turning Your Inner Critic into a Compassionate Friend (TÓMATE UN DESCANSO: Convertir Tu Crítico Interno en Amigo Cariñoso) en Amazon.com y Barnes y Noble.