Escucha Ahora
Siempre que estoy preparando una edición de la revista Reach UP pienso en ti, me pregunto cómo la recibirás. Esta vez, debo confesar que atravesé un periodo de depresión mientras finalizaba este número, que está dedicado al cuidado de nuestro entorno.
Imaginé a algunos de nuestros lectores diciendo a modo de burla: “¿Por qué debería importarme? ¿Por qué debería importarme hacer que las cosas se vean bien para las festividades? ¿Por qué debería importarme cuidar un viejo auto que me da vergüenza? ¿Por qué debería importarme? ¿A quién le importa?”
Lamento si te sientes de esa manera. Sé que no es agradable ni fácil salir de ese estado de ánimo.
Pero cuando me siento así, recuerdo que: cuidar de mi familia, mis posesiones y mi entorno puede parecer abrumador. Sin embargo, al observar más allá, me doy cuenta de que es algo mucho más grande que yo.
La Biblia dice que soy un mayordomo, una administradora de lo que Dios me ha dado. Ser administrador implica que no soy la dueña. Aunque pueda poseer algunas cosas legalmente, en verdad, Dios es el dueño de todo, y yo solo soy la administradora.
Esto cambia mi perspectiva. Si mi hogar (ya sea un apartamento, una habitación en un programa o una celda), mi familia o mi auto son de Dios, de repente me doy cuenta de que debo cuidarlos mejor. Después de todo, ¿quién tiene más autoridad: yo o Dios?
No solo eso, sino que, como sé que Dios se preocupa por mí y me cuida, tal vez una de las formas en que lo bendigo es cuidando lo que Él me ha dado.
La Biblia dice: “El que es fiel en lo poco, también será fiel en lo mucho” (Lucas 16:10). He vivido lo suficiente como para dar fe de que esto es cierto. Dios puede promovernos y darnos mayores bendiciones incluso cuando parece imposible.
¿Puedo alentarte entonces a que le des importancia? Créeme que te entiendo si estás en un lugar difícil. Incluso si sientes que lo mejor es cubrirte con las mantas y dejar que las cosas caigan donde tengan que caer, sigue viendo a Dios, quien dio lo mejor de sí — ¡Jesús! Aférrate a Sus promesas. Levanta la cabeza y busca al Creador en busca de ayuda e inspiración para administrar fielmente lo que Él te ha dado.
Atenta y Acercándome,
Crystal Knapp
Crystal Knapp