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Hablemos de algo con lo que toda mujer lucha: la adicción al sexo y al amor. Ya sabes, esas ansias que sientes cuando parece que no puedes conseguir suficiente amor. Incluso cuando consigues lo que crees que quieres, no te satisface y, de hecho, puede perjudicarte a largo plazo.
Recuerdo que cuando tenía veintitantos años, empecé a descubrir de dónde venían mis problemas de adicción al sexo y al amor. Tuve que superar muchas heridas de la infancia y la adolescencia junto con la dinámica de la edad universitaria para salir adelante. Me esforzaba por liberarme de cualquier desorden emocional que me llevara a alejarme de la vida buena y saludable que Dios tenía para mí y que yo quería para mí.
Sabiendo que necesitaba ayuda, asistí a una reunión de Sex and Love Addicts Anonymous (SLAA). Después de un breve período en el grupo mixto, durante el cual noté que mi corazón y mis ojos se aventuraban a dirigirse hacia algunos de los hombres (¡nada útil!), fui a mi primer grupo solo para mujeres. Hablaban de este concepto de cuidado personal, de la frecuencia con la que se bañan y se arreglan las uñas.
Pensaba: ¿Y eso qué tiene que ver con todo esto? Estoy aquí para hablar sobre mis problemas sexuales y amorosos. ¡Estoy aquí para hablar sobre mis problemas de mi padre!
No pude conectar ambas ideas. Pero lo que he aprendido desde entonces es que la falta de cuidado personal es a menudo la razón por la que una mujer actúa mal. De hecho, esto aplica tanto para hombres como para mujeres. Verás, cuando alguien actúa de una manera destructiva, es porque esa persona está ansiosa, enojada, sola, cansada o aburrida.
Mi consejero me recomendó que me hiciera estas preguntas antes de conectarme con un chico, ya sea por teléfono, enviando mensajes de texto o incluso en Facebook o Instagram: ¿Estoy ansiosa? ¿Estoy enojada? ¿Estoy sola? ¿Estoy cansada? ¿Estoy aburrida?
Tus respuestas a esas preguntas rápidas te ayudarán a detener la tentación de actuar. Si respondes Sí a cualquiera de las preguntas, entonces estás buscando a otra persona para satisfacer tus necesidades. Quieres que alguien llene tu vacío emocional, que te brinde la atención y el cuidado que nunca has sabido brindarte a ti misma.
Te reto a que notes cuándo estás luchando con alguna tentación extramatrimonial o prematrimonial con alguien con quien no tienes ningún derecho a tener una relación. Entonces DETENTE. Detente y hazte algunas preguntas. ¿Haces una prioridad del ejercicio? ¿Duermes lo suficiente? ¿Te está cuidando, planificando comidas saludables y haciendo compras para asegurarte de que tu cuerpo esté bien nutrido?
¿Te estás mimando ocasionalmente y atendiendo tus propias necesidades? ¿Te tomas tiempo para cosas como baños de burbujas, arreglarte las uñas o depilarte las cejas? ¿Estás leyendo un buen libro o haciendo algo que disfrutas mucho y que pueda evitar que vayas por el camino equivocado por aburrimiento?
¿Hablas regularmente con un consejero, con tus amigos o con tu esposo? ¿Estás haciendo algo por tu soledad? ¿Está lidiando con ira de tu pasado?
Hacerte estas preguntas te ayudará a evitar sentirte tan agotada, tan ansiosa, tan sola y desesperada como para que bajes la guardia y dejes entrar a alguien simplemente porque está dispuesto a prestarte un poco de atención.
Muchas mujeres han tomado decisiones amorosas de las que realmente se arrepienten solo porque querían la más mínima atención o afecto. Si te sientes así, espero que hables con alguien sobre tus ansias, tu enojo, tu soledad, tu cansancio o aburrimiento y hagas del cuidado personal una prioridad. Que Dios te bendiga.
Lee más sobre Shannon Ethridge en www.shannonethridge.com Es autora de 22 libros, incluido el best-seller con un millón de copias vendidas, EVERY WOMAN’S BATTLE.
