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Amor propio. ¿Alguna vez alguien te ha sugerido que te ames a ti mismo?
El amor propio no significa ser egoísta. No significa centrarse sólo en uno mismo y excluir a Dios, a tu familia o a tus amigos. Eso no es amor propio, y ciertamente no retrata a la mujer de Reach UP.
Por lo contrario, el amor propio se define como “tomarse el tiempo para hacer cosas que te permitan vivir bien y mejorar tu salud física y mental”.
El amor propio puede significar decirle a tu hijo: “Necesito un abrazo”, como bien explica Sybil Peters en los consejos para padres que encontrarás a continuación. Qué fantástico es que un abrazo no solo te alegre el corazón, sino que también calme a tu hijo cuando tiene una rabieta, ¿cierto?
El amor propio puede ser colorear un dibujo, tomar un baño refrescante o beber un té helado. El amor propio puede ser leer Reach UP y probar una de las ideas de las páginas a continuación. Puede ser participar en una fiesta de pedicura. A veces, el amor propio es tomar una siesta o incluso salir a correr.
Cuando te tomas un descanso para ti misma, eliges hacer algo que te despeja la mente y te calma. Es una forma de decirte a ti misma: ¡yo importo!
Así que, si el calor del verano te está agobiando, tómate un tiempo para cuidarte un poco.
Hay algo más que puedes hacer después de haber disfrutado de un tiempo para ti: Dale gracias a Jesús por haberte brindado ese tiempo y por haber creado lo que sea que hayas encontrado para hacer. Agradecer a Dios es un elemento importante de la salud espiritual.
Por ejemplo, hace poco, después de una agenda muy exigente, pude pasar dos horas en el mar. Incluso cuando las olas me derribaron, seguí dando gracias a Dios por la belleza del océano y la infinita magia de una ola tras otra. Estaba asombrada de que Dios supiera exactamente cuántos granos de arena había en esa playa y de cómo había hecho que yo, Crystal Knapp, me glorificara en Su creación. Mi corazón se hinchó de gratitud hacia mi Creador.
Quería quedarme todo el día, pero mis responsabilidades no me lo permitían. Sin embargo, esos valiosos momentos me dieron fuerzas para afrontar la semana que me esperaba.
Eso es lo que quiero decir cuando hablo de amor propio. Puede elevar tu espíritu y centrarte en Jesús.
Eleva tus manos hacia El Señor,
Crystal Knapp
Jefa de edición