Escucha Ahora
Cuando te acercas a Dios, te arrepientes por tus pecados, y recibes vida nueva. ¡Nueva significa NUEVA! No estás “añadiendo a Dios” a tu vida. Asegúrate que no tengas algo más.
En mi barrio, la mitad de mis vecinos practica la santería. Pollos sangrientos. Rituales. Pociones. Ídolos. La santería es una religión que empezó en el África occidental y el Caribe, y fue mezclado con tradiciones del catolicismo. Sus creyentes matan animales y adoran a ídolos como parte de sus rituales. Es más o menos la brujería.
Yo también practicaba la brujería. No era la santería sino otro tipo. Cuando entregué mi vida a Dios, Él me dijo que yo no podía seguir con eso. Tuve que tomar una decisión y decidí abandonar la brujería y toda maldad, y seguir a Dios con todo mi corazón. Lo que decides tiene un gran impacto en ti, tus hijos, y todos tus conocidos.
Mi vecina creció con la santería. Ella y su hermana vivían con sus familias y su mamá en un apartamento. En el medio del apartamento había una mesa con varias estatuas y velas. Ellos oraban a las estatuas y hacían otros rituales con ellas. Cuando yo les visitaba, sentí una presencia mala – un peso, una oscuridad que yo no podía ver pero lo sentía.
Tengo otra amiga que vivió un bloque más arriba. Ella también vivía con su mamá, hermanos, y otros niños. Ellos también tenían estatuas y velas, y practicaban la santería. Frecuentemente, escuchaban “algo” en la cocina abriendo los armarios y moviendo cosas, aunque nadie estuvo allí. Aún peor, algo trataba de estrangular a los niños mientras dormían. ¿Quién podía dormir con eso?
La primera amiga empezó ir a mi iglesia con sus hijos. Ella aceptó a Jesucristo como su Salvador. Aprendió que Dios dice, “¡No tengas ídolos! ¡Adoran a nadie menos Yo!” Yo no sabía cómo ella reaccionara, si dejara la santería o tratara de mezclar los dos. Unos días después, fui a su casa, ¡y todas las estatuas y velas ya no estuvieron! ¡La presencia mala también se había ido! Ella se deshizo de esa mezcla.
La segunda amiga también fue a la iglesia. Ella fingía de querer seguir a Dios también. Pero al fin de todo, no quería dejar de la santería. Los ídolos quedaron en su casa. Lo peor es que esos espíritus malos tenían libertad en su vida, y ella y sus hijos seguían estando abusados y aterrorizados por ellos. ¡Qué malo! Ella se confundió.
No te confundas. No puedes seguir a Dios y practicar la brujería al mismo tiempo.
Quizás no practicas la brujería o la adoración de ídolos. Estás diciendo, “No, esa no soy yo.” Pues, ¿sabes que tener relaciones sexuales fuera del matrimonio no es correcto? Mentir, robar – ésas son cosas que Dios odia. (Él no te odia a ti, sino las cosas que no son correctas y que te causan daño.)
Las Buenas Nuevas son que Dios nos puede ayudar a cambiar. Pero primero, tenemos que verificar si mezclamos algo más con Dios. Debemos ser dispuestos a deshacernos de ello. Puede ser algo con que creciste o que se siente normal para ti, como era para mí y mis amigas. Pero no quiere decir que tiene que quedarse.
Analízalo! Pide a Dios que te muestre lo que tiene que salir. Y después, deshazte de ello. No te confundas.