Carta de la Editora – Primavera 2014

Por: Crystal Wacker

Escucha Ahora

Me gusta coordinar cada edición de la revista Reach UP. Es un placer. Sí, a veces me siento delante de la computadora y pienso en voz alta, “¿Cómo voy a hacer esto? ¿Cómo edito? ¿Cuáles artículos uso? ¡‘No puedo querer’ hacerlo!” Sino al final, todo se une como un rompecabezas. Recibo un artículo, y después otro. Y antes que todo sea completo, veo un tema que Dios arregló.

Para mí, el tema de esta edición es que, ¡a Dios Le IMPORTA cada cosa aunque sea pequeña! Le importa no sea quien eres o de dónde eres – una mujer encarcelada o una madre soltera tratando de sobrevivir. Le importa que tengas dinero para hacer unas mejoras en tu casa. Le importa si eres un soldado en la guerra con un deseo para hacer más de combatir. A Dios Le importa el contenido de esta revista. A Él Le importa lo que nos importa.

Ahora estoy planeando mi boda en medio de mis responsabilidades de familia, de las fiestas, entre otras. Cada día oro y pido dirección sobre los detalles. ¡No quiero ser una Bridezilla, si me entiendes! Cuando me siento agobiada (que es casi todos los días), recuerdo cuán gentil y misericordioso Él has sido conmigo. A veces tengo lágrimas de agradecimiento porque sé que Él está a mi lado – enseñándome, conectándome con personas con quien necesito hablar, suplicando mis necesidades, y ayudándome a preparar para una celebración anhelada.

Dios es para elevarnos, no para menospreciarnos. No es distante ni desinteresado. Todo detalle de nuestra vida es importante para Él. La Biblia dice que Él cuenta los cabellos de tu cabeza. No entiendo por qué Le importa que perdiera tres cabellos en el desagüe y quince se quedan en el cepillo. Pero sí Le importa.

La Biblia dice también que Él supo nuestros nombres antes que empezó el tiempo. Él sabía la historia de tu vida antes de que nacieras, y ha tratado de alcanzarte desde entonces. Alcánzale a Él. Confía en Él todo lo que estás haciendo. Juntos podemos rememorar y saber que logramos algo y que Jesús estuvo allí con nosotros en todos los detalles.

Con amor y anticipación,
Crystal Wacker

P.D. Sé que “no poder querer” no es gramática correcta. Mi hermana menor lo acuñó cuando era niña y lo hemos dicho en nuestra familia desde entonces. Para mí, esta frase describe unos sentimientos. “¡No puedo quererlo!” Conté a Dios estos sentimientos honestos y Le pedí ayudarme “querer hacerlo”. ¡Y me ayuda! ¿Ya ves? Es otro ejemplo de cómo a Dios Le importa cada cosita.

Puede encontrar este artículo y más en la Edición de Reach UP: Primavera 2014

Ver todas las revistas
RSS
Follow by Email