Pequeños pasos Construyen Grandes Arcas

Por: Bonnie Nyachae

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Imagínate subiendo las escaleras pero falta uno de los escalones.

No será fácil saltarte ése… ¿verdad?

Ahora imagina que se faltan tres o cuatro escalones. ¡Y lo que necesitas está arriba!

Parece ridículo y aun un poco imposible tratar de saltarte los escalones que faltan.

El mes pasado mientras caminaba en el parque, me sentí inundada con las metas que quería lograr. Las tareas parecían gigantescas y me sentí tan débil.

Mientras oraba, Dios me mostró que la gente en la Biblia no logró nada con brincos gigantescos. Tomaron pequeños pasos que crearon fe y resistencia, y poco a poco aprendieron lo que necesitaban para los planes más grandes.

¿Conoces la historia de Noé y el Arca en la Biblia? Se encuentra en Génesis. ¿Qué hubiera pasado si Noé, mientras construía el arca, no se hubiera asegurado que no hubo espacio entre las tablas de madera donde el agua podría entrar? Pudiera haber terminado en una tragedia esa historia.

Dios me recordó mientras caminaba en el parque que no estaba sola. Filipenses 4:13 vino a mi mente: Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.” Noé supo que Dios estaba con él. No pudo haber construido el arca sin Él.

Me di cuenta que no puedo lograr mis metas si me salto los escalones. Pero, ¿qué es ese primer paso?

A ver… por seguro Noé tenía un anteproyecto para construir el arca.

Unos años atrás, me inscribí en una clase en línea de tomar notas del arte que asignaba a los estudiantes la tarea de dibujar un mapa de sus metas.

Durante ese tiempo, tuve un bebé. También escribía una novela mientras trataba de encontrar tiempo para crear el arte.

Entonces, siendo el espíritu libre que soy, me hice un mapa de metas de zambullirme en el océano. Mis metas se escribieron en burbujas de aire. Escribí el nombre de mi novela en el coral y dibujé un cofre de tesoro lleno de suministros en el suelo marino. Ahora que repaso el mapa de mis metas, veo mis metas logradas y cuan pequeña era cada una para llegar al suelo marino.

Quizás Noé no era artista. No tienes que ser Van Gogh o Rembrandt para divertirte al crear tu propio mapa de metas. Prestate crayones y papel de tus hijos, e involúcralos. Quizás ellos querrán hacer mapas de sus metas.

Van Gogh, “Starry Night”

Después, cuelguen los mapas en la pared o la nevera. Pongan etiquetas de estrella para indicar las metas logradas.

Rembrandt, “Las Hermanas”

Permite a Dios guiar tus pasos. La Biblia dice en Proverbios 16:9 que el corazón de un hombre planea su rumbo, pero el Señor dirige sus pasos. No te fijes en cuán rápido quieres lograr tu meta o cuánto tiempo falta para lograrla. La perseverancia es la clave. Enfócate en los pequeños pasos y trabaja en cada uno lo mejor que puedas.

A lo mejor se pudiera haber explotado la cabeza de Noé si hubiera sabido cuánto tiempo iba a tomar para construir el arca. Por seguro Noé tuvo malos días también. Quizás su familia le animó a recordar sus metas cuando se desviaba o se cansaba.

Se responsable ante tu familia. Créeme, tus hijos te dejarán saber cuándo te desvías o estás distraída. Pero te animarán durante cada paso también.

Cuando haces buenas resoluciónes de Año Nuevo, acuérdate de la historia de Noé y el Arca. Planea tus metas; escribe los pequeños pasos para lograrlas. Confía en Dios para ayudarte. Y si te sientes inundada, ¡recuerda que por lo menos no estás construyendo un arca!

Puede encontrar este artículo y más en la Edición de Reach UP: Invierno 2013

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