Escucha Ahora
Mientras trabajo en Reach UP y escribo este editorial, estoy empacando para mudarme al otro lado del país. Es una tarea grande pero me deleito en redescubrir tarjetas o notas escritas por mis amigos y mi familia que yo había guardado en las gavetas o los archivos. Son notas de agradecimiento; notas de mi papá y de mi mamá y notas de niños.
Unas son notas adhesivas, otras escritas en pedazos de papel, y otras en papelería y tarjetas. Ahora, son recuerdos pequeños de amor y agradecimiento.
Mi mamá me enseño a escribir notas de agradecimiento desde chiquita. Me enseñó que si alguien tomó el tiempo para comprarme un regalo de Navidad o de cumpleaños, esa persona merecía una nota, aun de una niña de siete años de edad.
Es una buena costumbre tener y enseñar.
¿Por qué no empiezas la tradición con tus amigos y tu familia, y escribir una nota a alguien? Las notas no sólo tienen que expresar agradecimiento. A veces la gente necesita una nota de ánimo, ¿no? Puedes divertirte en decidir dónde esconder la nota para sorprender a la persona. Las loncheras y las almohadas son lugares buenos para esconder las notas. ¿Va tu hijo al campamento? Una nota de ti escondida en sus cosas le hará sonreír.
También puedes escribir notas en tu vida profesional. En esta edición hablamos de escribir un currículum vitae. Escribir una nota de agradecimiento a la persona que te entrevistó, te destaca de los otros entrevistados. Puede marcar la diferencia entre conseguir el trabajo o no.
Busca diferentes maneras de hacerle a la gente sentirse especial por escribir notas. Y porque tú eres especial, termíno este editorial con una nota para ti…
