Carta de la Editora – Primavera 2020

Por: Crystal Knapp

Escucha Ahora

¿En qué piensas cuando escuchas la palabra hermandad? ¿Marchas ruidosas y sombreros tontos? ¿Mujeres anticuadas sin nada más que hacer que tomar té por las tardes? ¿Tal vez piensas en la hermana con la que peleaste de pequeña, pero por la que ahora darías la vida? ¿O la hermana que te lastimó y que has evitado por un tiempo? ¿Quizás en la hermana del programa en el que estás que te apoya?

¿Qué pasa si te llamo hermana aunque nunca nos hayamos conocido? ¿Me creerías?

Déjame ir un poco más allá. ¿Qué pasa si te digo que el mismo Jesús te considera su hermana? ¿Me creerías?

¡Es verdad!

Déjame explicar. Pongo mucho esfuerzo en Reach UP. Reúno voluntarios que usan sus talentos para hacer mucho más que producir esta revista. Pido donaciones de MUCHAS personas para que no tengas que pagar suscripción. Y hago todo esto para hacer una diferencia y demostrar que a mí – y a todo el equipo – nos importa.

Una mujer quiere que usemos solo sus iniciales, MJP. Ella envió en un artículo desde la cárcel y en su carta adjunta escribió: “Siempre me ha gustado leer Reach UP porque enriquece a las mujeres resaltando las historias de los desvalidos que le han permitido a Dios usarlos para Su gloria y acogerlos en un Trofeo de Gracia. Los testimonios y el contenido que se comparten en las secciones Estilo de vida y Fe nunca dejan de inspirarme”. Esto quizá haga eco de tus pensamientos. Su entusiasmo despertó algo en mí, y siento cariño por ella. ¡Quiero que mi hermana tenga éxito!

Jesús dijo: “La persona que obedece la voluntad de mi Padre celestial es mi hermano, mi hermana y mi madre” (Mateo 12:50). Sí, “si tú obedeces” es una condición que te vuelve Su hermana, pero permíteme explicártelo. Todo lo que Dios quiere para ti es por tu bien: ¡Es 100% BUENO, ahora y siempre! Ninguno de nosotros es perfecto y Dios lo sabe. Así que, si intentas hacer su voluntad, que comienza con creer en Jesús como tu Salvador y perdonador de tus pecados, ganas a Jesús como hermano mayor y te conviertes en Su hermana.

Y en el tiempo que te toma chasquear los dedos, pasas de hermandad a familia sagrada. ¡Tu valor se disparó! A medida que creces en esta realidad espiritual, tu belleza interior brotará a través del brillo de tus ojos, la sonrisa de tu rostro, la primavera de tus pasos y la amabilidad de tus acciones.

Buenísimo, ¿no? Ahora no solo estamos conectados a través de Reach UP, estamos conectados en la familia eterna de Dios.

Entonces, hermana mía, permíteme alentarte a “alcanzarlo” hoy. Ve por ese objetivo. Recuerda que tu hermano mayor Jesús te está ayudando, y que tu familia sagrada está animándote.

 

Puede encontrar este artículo y más en la Edición de Reach UP: Primavera 2020

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