Escucha Ahora
Quisiera ser conocida como una persona capaz de entender. No quiero ser conocida como una persona crítica o mala.
Cuando observo esta divertida imagen llamada… espera… jeroglífico (eh, me gusta más mi descripción: “divertida imagen”), veo algo importante que destacar. Si voy a tratar de entender a alguien, tengo que ponerme en su lugar.
O como bien dice el dicho: “Camina una milla en sus zapatos”.
Y aunque a veces caminar en tus zapatos puede significar experimentar lo que has experimentado, eso no siempre es posible. Puede que nunca logre atravesar todo lo que has atravesado.
Pero para poder entenderte, tengo que escucharte: escucharte con los ojos, escucharte con el corazón y mantener la boca cerrada, al menos por un tiempo. Aprender. Pensar. Cuidar. Orar para tener el corazón de Dios sobre el asunto. Buscar entender.
Tengo que estar dispuesta a abrirme a más cosas que las que mis propios pensamientos entienden acerca del tema. Tengo que estar dispuesta a entenderte a ti y a tu situación.
A medida que los artículos de este número se unieron, me di cuenta de que lo que todos tienen en común es este hilo de entendimiento:
- Entender qué escuela necesitan los niños
- Entender qué se puede hacer por un amigo que está tan deprimido y desanimado que puede (o no) insinuar sus pensamientos de suicidio.
- Entender lo que significa estar en un programa de rehabilitación.
Existen muchas personas quienes están lidiando con grandes problemas. ¿No es hora de que más de nosotros comencemos a entender y preocuparnos por ello?
Únete a mí para ser una mujer Solidaria, que extiende su mano y se preocupa. Eso me recuerda dónde comenzó todo: con Jesús: Dios extendiéndonos su mano a ti y a mí y cuidando más de lo que nunca podremos entender.
Con afecto,
Crystal Knapp