Lidiando con la Decepción

Por: Karen Duckett

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Cuando yo era niña no me dejaban estar decepcionada. En mi familia siempre tuvimos que “mirar el lado positivo” y ser positivos. Tal vez fue porque mi madre tuvo muchas dificultades en su vida. Mi padre la dejó con dos niños pequeños y uno en camino. El siguiente hombre con el que se casó resultó ser un alcohólico y abusador. Y así sucesivamente.

Nunca podríamos quejarnos. De alguna manera las quejas eran malas y “a Dios no le gusta”, nos dijeron. Eso no es del todo cierto, pero ese fue el mensaje que recibimos.

La verdad es que las cosas malas pasan.

No consigues el trabajo que estás intentando tener.

A tu hijo o hija le está yendo mal en la escuela, a pesar de que has hecho todo lo posible por ayudarle.

El hombre que amas dice que ya no te quiere.

Las cosas no funcionan como lo esperabas. Es decepcionante

Mucha gente dice: “¡Piense en positivo! ¡Diga estas diez oraciones positivas todos los días!” Pero eso no permite el todo: el  todo -de ustedes y todo lo que experimentan y, lo más importante, el todo- de- Dios: El todo de quién es El cómo EL quiere conectarse contigo y ayudarte en tiempos difíciles y decepcionantes?

Puede parecer que si te dejas sentir la decepción, te sentirás abrumado por ella y nunca saldrás de ese agujero oscuro. Pero creo que eso depende de lo que hagas con la desilusión.

Esto es lo que aprendí a hacer con la decepción (y no estoy atrapada en un agujero oscuro):

Reconoce la decepción ante ti mismo. Ponerlo en una oración ayuda. “Me siento decepcionado de …”

Lleva tu decepción a Dios. Háblale. Dile cómo te sientes realmente. Te ayuda escribirlo. (Siempre puedes tirarlo más tarde si no quieres que nadie lo vea). Él entiende. ¡El mundo tampoco es como Él quería que fuera!

Una vez que hayas invitado a Jesucristo como Salvador, invítalo como Consejero, Consolador y Amigo. Al invitarlo a las áreas de dolor y decepción en ti, Él llenará los vacíos, que son como grandes agujeros, en tu corazón y en tu mente. Solo Dios puede hacer esto, y ¡El lo hace tan bien!

Con una amiga de confianza, cree un espacio seguro para que ambas hablen sobre sus decepciones. Escuchen y reconozcan las decepciones y el dolor de cada una. Oren la una por la otra sin decirnos lo que deberíamos hacer. Un sincero “te escucho” y “lo siento por tu dolor” siempre es bueno.

Haz esto con todas las decepciones, no solo con las grandes.

No te pierdas la dulzura del Señor y la comunión de Sus sufrimientos (Filipenses 3:10). Él sabe lo que es sufrir, y si te acercas a Él en esos tiempos, Él se acercará a ti (Santiago 4: 8).

Si el SEÑOR no me hubiera brindado su ayuda, muy pronto me habría quedado en mortal silencio. (Salmo 94:17)

He practicado esto desde hace algunos años a través de algunas decepciones bastante ásperas. Les puedo decir que el sol saldrá de nuevo y que las cosas se verán mejor.

Al mismo tiempo, debido a que te mantienes real con Dios, contigo mismo y con otros a través de las dificultades y las decepciones, tu vida será mucho más rica y real.

 

Karen Duckett es miembro de la junta y escritora frecuente de Reach UP. Ella también tiene su propio ministerio de oración y ayuda, Rescued 4 Destiny( Rescatada para tu Destino)  – Joel 2 Army.(Ejército de Joel 2)

Puede encontrar este artículo y más en la Edición de Reach UP: Primavera 2019

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