Escucha Ahora
Hace un año que estaba ayudando a una señora de mi iglesia quién tuvo el cáncer. Hacía sus compras y la llevaba a los tratamientos.
Un día en febrero del año pasado, la llevé a una cita. Cuando me llamó para recogerla, me pidió si pudiera parar en CVS para algunas cosas. Las compré y me costaron un poco más de $21. En camino a la casa me preguntó el costo para que ella pudiera reembolsarme. Le dije, “No te preocupes. Se lo pagué.” Naturalmente ella insistió en reembolsarme pero le rechacé. Era una bendición para mi proveerle estas cosas.
Cuando llegamos a su casa, se quedó en el carro mientras fui a abrir su puerta. ¡Cuando me bajé del carro, pisé en un billete de $20!
¡Sólo Dios es tan bueno y fiel! Él supo que yo no tenía el dinero extra, pero sentí la necesidad de ayudarla. ¡Mi Dios me recompensaba de una manera especial!
Y si acaso piensas que esto podía haber pasado fácilmente, sólo hubo tres casas más en esta calle, y no tenía aceras. ¡No había muchas personas paseando por allí!
Su sierva,
Jo Ann Butler
Jo Ann Butler está preparando actualmente para servir de voluntaria en Mercy Ships por un año. Ora por ella.
Para aprender más de Mercy Ships: mercyships.org
