Escucha Ahora
En los lugares más oscuras encontramos los tesoros más preciosos de Dios. Las perlas más puras se encuentran en las ostras en el fondo del mar; el petróleo se extrae de lo más profundo de la tierra, y los diamantes salen de barro y rocas.
En los rincones oscuros de una celda también se encuentra la riqueza de Dios. Como prisioneros con nada más que tiempo, buscamos a Dios. Estamos confinados para cumplir una condena o esperar un juicio. Pero lo que hicimos y cómo llegamos a este punto, y lo que la mano soberana de Dios permite, pueden convertir la situación en una oportunidad divina para experimentar la riqueza de Su Espíritu.
En la oscuridad, Dios habla a los que Le buscan por medio de la adoración y de leer Su Palabra. La Palabra toma vida, y los corazones fríos se calientan para experimentar vida verdadera.
Durante el proceso de ser quebrantados, estamos separados de nuestros amados.
Vivimos con cargos o condenas. Dios viene a los sitios oscuros y nos prepara para Su propósito. Llamados para aplastar al enemigo derrotado, estamos libres a pesar de las paredes. A pesar de las cadenas, Dios nos dice “¡Libres!”
No te equivoques. La riqueza de Dios incluye a los prisioneros: Sus hijos e hijas quienes experimentan la alegría de libertad aun detrás de las rejas mientras convierten tiempo en tesoro.
Dra. Ruth L. está cumpliendo una condena actualmente. Ella asiste fielmente a un Estudio Bíblico y le encanta la revista Reach UP.
